(*MICROCUENTO publicado en la Antología Poética: "Cuentos de Bolsillo", editado en Valparaíso. 2018)
Palidece
la tarde. Su sombra crecía en aquel bosque, camino a casa. Sintió su cuerpo
pesado por el cansancio del día.
Cayó la noche y el camino se borró. Era una
noche sin luna.
Al llegar a su casa, una figura luminosa
resplandecía en su patio. Se acercó a ella, estiró la mano para tocarla y ver
si tenía consistencia. No sintió miedo, sólo curiosidad. Era de unos dos metros
de altura, oscura y rodeada de una intensa luminosidad, lo cual era extraño
porque no había luz en ese sector. Estuvo allí por mucho rato, luego comenzó a
inquietarse por lo que se refugió en su casa.
Cuando llegó su esposo e hijas, salió al
patio para ver si aquella figura aún estaba allí, pero ya no estaba y no
comentó nada, por temor a las burlas.
Pasó un par de años y en un programa de TV,
unos exploradores contaron una experiencia similar a la de ella, donde
describieron la misma figura. Al fin obtuvo respuesta a tal enigma, se trataba
de un “portal dimensional”…