(En el Día Internacional de la Mujer)
Nació en Chillán el 6 de enero 1796. A los 21 años conoció a Bernardo O'Higgins, que entonces tenía 39 años. Era Mayo de 1817 cuando O'Higgins, llegó a Concepción. Era esperado por sus amigos y simpatizantes, entre ellos, el General Juan de Dios Puga, Gobernador de Concepción y padre de la
hermosa Rosario, que estaba separada de hecho, de su esposo José María Soto Aguilar. Era una dama
de tez blanca, rosada, cabellos pelirrojos y arrogante
postura, que pertenecía a una prominente familia de patriotas de Concepción, propietarios de extensas tierras al sur de la Hacienda Papal. Era obstinada y actuaba sin miramientos hacia las costumbres de la
época y su grupo social. Era especialmente rebelde, resuelta, valiente y apasionada – características
inadmisibles por la sociedad criolla en esas primeras
décadas del siglo XIX.
En Agosto de 1817, O´Higgins parecio interesarse
formalmente en Rosario.
En Enero de 1818, lo acompaña a Santiago.
A su llegada a la capital, por orden de O Higgins se le
entrega a la Familia Puga, una de las casas más
opulentas de la época correspondiente a los
Marqueses de la Pica, quienes por su condición
realista la habían abandonado.
En Santiago, la jóven Rosario fue objeto de escrutinio público y escándalo, toda vez que no era aceptado socialmente que una mujer separada, se allegara a un hombre soltero. Por consiguiente, para intentar regularizar su relación con O'Higgins, en 1818 solicita
formalmente a las autoridades religiosas y civiles su
licencia de divorcio
Del romance entre esta criolla y el Director Supremo nació el 29 de junio de 1818: Pedro Demetrio O'Higgins, hijo natural del Libertador, a quien posteriormente reconocería como hijo.
Esta relación duró hasta 1820, cuando O'Higgins discutió con Puga, no solo por su hijo Pedro Demetrio, sino porque además, ella lo culpaba de haber mandado asesinar a sus amigos: los Hermanos Carrera y al guerrillero Manuel Rodríguez Erdoíza. Debido a esto, ella perdió la custodia de su hijo Pedro Demetrio y nunca más lo volvió a ver.
Posteriormente, se casó en 1829 con el Coronel José Antonio Pérez-Cotapos, patriota chileno al servicio del General José Miguel Carrera, con quien tuvo otro hijo, Federico Pérez-Cotapos Puga.
Rosario, vivió una época de grandes convulsiones
políticas y notables momentos históricos para nuestro país. Fue el gran amor de Bernardo O'Higgins y la única que le dio un hijo. La sombra de O´Higgins
y su amado hijo Pedro Demetrio, penaron en sus recuerdos de vejez. La sociedad de la época fue incapaz de
concebir el dolor, la tragedia y las pasiones que la atromentaron, señalándola y apuntándola en la vieja casona de calle Santo Domingo en Santiago, comentando por muchos años
que “Allí vivio la Punta de Diamante" como le decian por sus grandes pechos.
Después de morir Bernardo O'Higgins, ella logró ubicar y mantener correspondencia con su hijo Demetrio entre los años 1847 y 1852, cartas plenas de sentimientos donde, se transmite el amor
de una madre, a quien se le arrebató de sus brazos
a su pequeño hijo. Le expresa su nostalgia y el deseo de estrecharlo y escucharlo decir mamá, además le solicita que le escriba a partir de entonces
y envíe las cartas a nombre de su abuela, doña Isabel
Vidaurre.
Demetrio envía respuesta manifestándole su satisfacción e interés por verla y abrazarla, cosa que nunca se pudo concretar.
Rosario murió en Santiago el 3 de enero de 1858, a los 63 años de edad y diez años más tarde, su hijo Demetrio.
(Fuente: Centro de Estudios Históricos Forenses)
Nació en Chillán el 6 de enero 1796. A los 21 años conoció a Bernardo O'Higgins, que entonces tenía 39 años. Era Mayo de 1817 cuando O'Higgins, llegó a Concepción. Era esperado por sus amigos y simpatizantes, entre ellos, el General Juan de Dios Puga, Gobernador de Concepción y padre de la
hermosa Rosario, que estaba separada de hecho, de su esposo José María Soto Aguilar. Era una dama
de tez blanca, rosada, cabellos pelirrojos y arrogante
postura, que pertenecía a una prominente familia de patriotas de Concepción, propietarios de extensas tierras al sur de la Hacienda Papal. Era obstinada y actuaba sin miramientos hacia las costumbres de la
época y su grupo social. Era especialmente rebelde, resuelta, valiente y apasionada – características
inadmisibles por la sociedad criolla en esas primeras
décadas del siglo XIX.
En Agosto de 1817, O´Higgins parecio interesarse
formalmente en Rosario.
En Enero de 1818, lo acompaña a Santiago.
A su llegada a la capital, por orden de O Higgins se le
entrega a la Familia Puga, una de las casas más
opulentas de la época correspondiente a los
Marqueses de la Pica, quienes por su condición
realista la habían abandonado.
En Santiago, la jóven Rosario fue objeto de escrutinio público y escándalo, toda vez que no era aceptado socialmente que una mujer separada, se allegara a un hombre soltero. Por consiguiente, para intentar regularizar su relación con O'Higgins, en 1818 solicita
formalmente a las autoridades religiosas y civiles su
licencia de divorcio
Del romance entre esta criolla y el Director Supremo nació el 29 de junio de 1818: Pedro Demetrio O'Higgins, hijo natural del Libertador, a quien posteriormente reconocería como hijo.
Esta relación duró hasta 1820, cuando O'Higgins discutió con Puga, no solo por su hijo Pedro Demetrio, sino porque además, ella lo culpaba de haber mandado asesinar a sus amigos: los Hermanos Carrera y al guerrillero Manuel Rodríguez Erdoíza. Debido a esto, ella perdió la custodia de su hijo Pedro Demetrio y nunca más lo volvió a ver.
Posteriormente, se casó en 1829 con el Coronel José Antonio Pérez-Cotapos, patriota chileno al servicio del General José Miguel Carrera, con quien tuvo otro hijo, Federico Pérez-Cotapos Puga.
Rosario, vivió una época de grandes convulsiones
políticas y notables momentos históricos para nuestro país. Fue el gran amor de Bernardo O'Higgins y la única que le dio un hijo. La sombra de O´Higgins
y su amado hijo Pedro Demetrio, penaron en sus recuerdos de vejez. La sociedad de la época fue incapaz de
concebir el dolor, la tragedia y las pasiones que la atromentaron, señalándola y apuntándola en la vieja casona de calle Santo Domingo en Santiago, comentando por muchos años
que “Allí vivio la Punta de Diamante" como le decian por sus grandes pechos.
Después de morir Bernardo O'Higgins, ella logró ubicar y mantener correspondencia con su hijo Demetrio entre los años 1847 y 1852, cartas plenas de sentimientos donde, se transmite el amor
de una madre, a quien se le arrebató de sus brazos
a su pequeño hijo. Le expresa su nostalgia y el deseo de estrecharlo y escucharlo decir mamá, además le solicita que le escriba a partir de entonces
y envíe las cartas a nombre de su abuela, doña Isabel
Vidaurre.
Demetrio envía respuesta manifestándole su satisfacción e interés por verla y abrazarla, cosa que nunca se pudo concretar.
Rosario murió en Santiago el 3 de enero de 1858, a los 63 años de edad y diez años más tarde, su hijo Demetrio.
(Fuente: Centro de Estudios Históricos Forenses)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Hola! Bienvenido (a)