”CAMINO SINUOSO"

Pequeñas piernas inquietas,

dando sus primeros pasos.
Como una niña cualquiera,
causando risas y aplausos.

Espontáneos e inseguros,
van sus pequeños piecitos.
como un bebé muy tozudo, 
no detiene sus pacitos.

Aprendía paso a paso,
a caminar como vez,
ella lo tuvo muy claro,
era su primera vez...

Inusuales los vaivénes.
Son visibles y notorios.
Al cabo de algunos meses,
pruebas de laboratorio.

Se encendieron las alarmas
a sus dos años de edad,
la reciben en la sala
de un santiaguino hospital.

Es una niña indefensa,
mirando muy asustada,
en una atmósfera tensa
es de a poco ya sedada. 

Se despierta aprisionada
enyesada de sus piernas.

Ella no entiende de nada

porque está en su edad más tierna.

Volvió a aprender paso a paso,
a caminar otra vez,
ella lo tuvo muy claro,
era su segunda vez...

Y se exigió lo indecible,
en esa inusual niñez,
con algo no predecible,
que escapa a la sensatez.

Llegó a ser madre tres veces,
contra todo vaticinio.
Era feliz y con creces,
contra un ser sin raciocinio.

Pintó en colores la vida,
para sus tres bellas hijas.
Y un ser oscuro de envidia,
la hundía en sus malas vibras. 

Su cuerpo un día colapsa,
se paraliza completo.
Ella no entiende que pasa.
Mas sabe que es nuevo reto.

Su cuerpo no le responde,
separada está de su alma.
No sabe bien hasta dónde,
poco se mueve y poco habla. 

De fierro es su fortaleza
y lucha por estar sana,
poco a poco logra fuerza,

no se rinde, ni amilana.

Volvió a aprender paso a paso,
a caminar otra vez,
ella lo tuvo muy claro,
era su tercera vez...

Años que pasan y pasan
hasta sentirse completa.
Nuevamente, las alarmas, 
la ponen pronto en alerta.

Con muchas trabas camina,
al punto que la exaspera.
Quiere seguir con su vida.
Ahora es más larga la espera.

Es un bastón que acompaña,
los nuevos pasos pausados.
Su nuevo amigo la apaña,
con ella va a todos lados.

La operación se concreta,
el desafío es inmenso.
Su dicha ya está completa,
Son unos años intensos.

 
Lo que era sol y colores,
de tonos grises se ha vuelto.
Indescriptibles dolores,
golpe profundo la ha envuelto.

Es la infame enfermedad
que invade aquel cuerpecito,
que con 4 años de edad, 
ataca a su nietecito.

Con pocas fuerzas ahora,
intenta lograr progresos.
Camina, pero demora,
la pena le apreta el pecho.

Con intentos en su casa,
y terapias de hospital.
Y un brusco cambio que atrasa,
es la pandemia mundial.

Volvió a aprender paso a paso,
a caminar otra vez,
ella lo tuvo muy claro,
era su cuarta vez...

Cinco décadas de historia,
medio siglo de esta niña.
He guardado en mi memoria,
para que hoy yo se los diga:

Caminar para ella ha sido,
un desafío constante.
Que en cada etapa ha vivido,
complicado y desafiante.

Es un camino sinuoso, 
sin límites, ya lo ves.

Su cuerpo espera orgulloso,

su próxima, quinta vez...

(*Imagen de internet)